viernes, 18 de noviembre de 2011

Los sonetos del agua

5- El soneto del agua


El saber es sonrisa que desnuda
un paisaje educado en el olvido.
Enroscado, es un áspid maldecido,
que envenena una idea con la duda.


Sobre el tiempo, recuerda piel que muda.
Y es arroyo de tiza anochecido
el difícil sendero recorrido,
donde vive la lágrima que anuda.


Crucificas silencio en tu caída.
Y tus ojos danzan hacia el vacío:
si hoy vencidos; ayer, mar de latidos.


Infinitos, ardieron luz y vida.
Con la muerte, parieron llama y frío…
mas no fueron de amor correspondidos.

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