18-No gritaré
Si en este fin del mundo me hallo yermo,
si busco aliento en las miradas ciegas,
si el sentir, la razón --¡todo está enfermo!--,
si rota soledad mi cuerpo riegas,
¡no gritaré que vivo una quimera,
y hallaré en mi interior la voz del niño!
(Con sabor a pasión que se sincera,
pues de tu amor de madre soy cariño).
No me podrá el destino que encadenas,
con su lluvia de muerte que no cesa
sobre la sed ardiente de mis venas.
Conservaré en mi mente la promesa
de ese eterno océano en que me llenas,
con olor a jazmín, lavanda y fresa.
Una delicia tus letras!
ResponderEliminarEl océano perfumado saciará la sed ardiente de tus venas... muy bonito.
Felicidades en estas fiestas que se avceinan y un fuerte abrazo.
Te llevo a mi blog, así podré seguirte mejor.
ResponderEliminarGracias Cristina, felices fiestas para ti y los tuyos también.
ResponderEliminarAgradezco mucho que me leas.
Agradezco tus palabras que,
viniendo de una poetisa tan profunda y trabajadora como eres,
se convierten en abrazos en mi mente.
Me gusta mucho estar en tu blog. Gracias.
ResponderEliminarY desde aquí, quisiera animar a los que entran en el mío
y no conocen tus poemas,
a que naveguen hacia tu página y te lean, te escuchen, te sientan.