domingo, 27 de noviembre de 2011

Los sonetos del agua

11-Soldado de fortuna


Derramado en tu cielo azul celeste.
Cautivo de un espacio tan temido.
Mi roce aquí en tu piel, sin que moleste.
Columpio, abrazo… esperma enloquecido.


Sin poder escaparme, enamorado,
me quemo entre tus vértices de fuego
--dentro en la arteria, en mi negado ruego--,
con magia de un silencio encadenado.


Me miro aquí, en la mente de mi suerte.
Tú, duermes, arrullada en mi latido.
Quisiera que esta paz nunca despierte.


Mañana volverá lo definido.
Estáticos los sitios en lo inerte.
Y el alba será un eco confundido.



2 comentarios:

  1. ains....que bonito..quién pudiera dormir arrullada en tu latido.
    Un beso

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  2. Quién pudiera, sí¡
    Muy agradecido por su visita
    Un abrazo

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