sábado, 19 de noviembre de 2011

Los sonetos del agua

8-Rémora


Viviendo con paciencia en la penumbra.
De tanto estar en ella, me confundo.
Que no sé, si es lo oscuro, mi profundo,
o es esta oscuridad la que me alumbra.


Esclavo, el estudiante se acostumbra
a ver su humillación. Cual iracundo,
romperá las vidrieras --¡loco mundo!--.
Y es que la juventud apesadumbra.


Tejida entre injusticias y protestas,
seguimos la política que crea
cadenas y raíces sin respuestas.


No somos don Quijote y Dulcinea.
Los molinos son armas predispuestas
a fusilar vendada toda idea.

2 comentarios:

  1. Me parece encantador este poema.
    Gracias Moisés :)

    ResponderEliminar
  2. Muchas gracias Anónimo. En un principio lo consideré un poema menor, pero luego también me gusto… Sobretodo el final.
    Cuídese y mucha suerte.

    ResponderEliminar