lunes, 23 de enero de 2012

El Caballero Luna


Del Sol


¡Fue
por sorpresa!
Tal como dicen que llega la muerte.
Pero yo desperté
frente al horror 
de ser una presa común 
en el abismo sumergido,
que oculta un sinfín de normas y locuras,
establecidas y legisladas por la maldad.
No morí:
toqué la vida.
Me liberé de las tradiciones,
del feudalismo,
de cuanto ya había sido escrito,
de reyes y libertadores…
Me liberé
con los ojos doloridos
--debido al fuego ya ardido
en mi extraño camino--;
con los añicos de los escapularios
de mis mundos ahogados;
con la purpurina que se impregna taimada,
junto a lo oscuro que muestra el arrecife;
con todo eso en mi garganta,
me liberé.
Desperté.  
Me alejé de Babel,
del alarido inagotable
y la ignorancia
que sometía a sus gentes, 
a ti, a mi, a todos.
Me alejé
de la injusticia absurda
que numeraba las personas
(o, peor aún,
les ponía precio sobre el patíbulo 
que vende audiencia en las noticias).
Me alejé
y dejé  atrás cuanto creé,
lo que fui,
cuanto soñé.
Había entrado en un poema:
en mi lugar;
en el hogar de todos los hogares:
en tu mirada.

6 comentarios:

  1. Magnifico.

    Me emocionan sus palabras.

    Gracias

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    1. Muy agradecido anónimo.
      Mucha salud y aquí tiene su página cuando guste y pueda.

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  2. Fuerte. Casi èpico.

    El remate es estupendo, ademas.

    Un abrazo.

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    1. Gracias Gaucho.
      Espero que todo funcione en tu mundo
      y te encuentres con fortaleza.
      Un abrazo amigo.

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  3. "Había entrado en un poema, en tu lugar,en el hogar de todos los hogares...en tu mirada."
    Un deleite, te dejo un fuerte abrazo y mil gracias por pasar por mi blog, me encantó sentir tu presencia.

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    1. Bueno, tienes unas poesías magnificas en tu blog Cristina.
      Disfruto mucho leyéndote. Llevo un horario muy ocupado
      pero me voy pasando siempre que pueda.
      Besos Cristina y mucha salud.

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