Las coplas del marinero
III
Es tu cuerpo una alborada
y el cielo que a mi me sacia,
mujer bella.
Lo demás es bocanada
que se pierde en la falacia,
mi doncella.
¿Que nocturna sed me quema?
Sólo soy cuando me tocas
la mejilla.
¡Tú, mi musa; yo el poema;
y juntos, dos fuertes rocas.
¡Maravilla!
Maravilla es leerte .
ResponderEliminarUn beso Poeta
Gracias Patricia. Aquí con este trabajo he vuelto a la rima. Hace años no me interesaba y ahora pienso que volver a los orígenes es muy instructivo. Besos.
EliminarEl marinero va muy inspirado mi querido Moisés, es hermoso este post.
ResponderEliminar...tú mi musa, yo el poema...
Bellísimo, te dejo un fuerte abrazo!
Agradecido Cristina. Me gusta mucho esta forma de rima. Y pues me siento bien al intentarla sí. Cuídate mucho. suerte.
EliminarPues que sí, que por rima canta un verso/
ResponderEliminary a la par veinte ritmos se entremeten/
que mi niña, oh musa,
que mi musa, oh, al alba/
Pues que no, que medidos once a once
heptasílabos juegan. Y me encantan...
(Bien por tus poemas, Lobo.
Vate y más)
Un abrazo
Gracias Pilar. Me alegra verte. Espero que todo vaya magnifico en tu mundo.
EliminarUn abrazo muy fuerte.
Muy lindo... Es bueno que esas musas provoquen tan bellas letras.
ResponderEliminarSaludos!
Muy agradecido LIS por tus palabras.
ResponderEliminarEs lo que recibo en mi trabajo como poeta el apoyo de los que me leen.
Y es muy satisfactorio... te entran ganas de escribir.
Besos.