La rueda
Pasan los hombres,
pasan las creencias,
pasan, pasan, pasan...
Y el rostro se convierte
en un desconocido;
en una libertad inexistente;
en una onda en el agua;
en una victoria derrotada.
Pasan las civilizaciones,
pasan los errores,
pasan, pasan, pasan…
Y el dueño
se convierte en esclavo;
el destino se burla;
la sangre se destila;
el olvido te olvida.
Pasan los edificios,
pasan los días,
pasan, pasan, pasan…
Y tu pueblo
no es tu pueblo;
tu calle tiene otros rostros;
tus hijos han crecido;
y, donde había un bosque,
ahora una urbanización siniestra
ondea al viento.
Pasan los años,
pasan las vivencias,
pasan, pasan, pasan…
Pero no pasa mi amor por ti,
que ahora ha crecido.
Y en mi razón
somos dos niños:
jóvenes, inseparables, absolutos.
Plas, plas, plas...
ResponderEliminarPero que pasada de poema.
Ole ..Vaya pedazo de Poeta.
Un beso.
Anonima :)
Gracias mi Anónima.
EliminarSe intenta humildemente ser poeta.
Llegar. Hacer que la comunicación
tome ese estado de gracia en el cual
se forja un imaginario puente de sensibilidad
reciproca entre el lector y el escritor
sobre un mar de sentimientos encontrados.
Te mando un fuerte abrazo, bella ninfa.
Cuanto mas tiempo pase, más crecerá ...las personas que llegan a nustro corazón, permanecen siempre en nuestro recuerdo.
ResponderEliminarBello como siempre, abrazos mil!
El amor perdurable que late en todos y cada uno de nuestros pasos
Eliminarde vida. La maravilla. La humanidad, que a pesar del tiempo,
la comprensión que rompe la inocencia y el letargo sigue ahí… amando.
Gracias Cristina eres un sol hermoso.
Pasa la vida querido amigo...
ResponderEliminarPero quedan poetas como tú que nos hacen vibrar y creer de nuevo en la poesía.
Un abrazo y mi más profunda admiración.
Te sigo de cerca.
Hola Anónimo. Bienvenido a mi blog. Sus palabras son agua que dan de beber al sediento en el desierto. Cruzo la tinta, aro paginas en blanco
Eliminarpara sentir que alguien recibe mi sentido, lo escucha, lo entiende, y también es el suyo. Gracias por estar aquí. Poco a poco iré subiendo nuevos poemas,
nuevos mundos que compartir. Y ésta es su casa cuando guste y pueda.
Mucha salud.
Me pregunto qué rostro deberá tener la libertad inexistente para poder ser señalada con el dedo, fácilmente reconocible.
ResponderEliminarPasa el paso y se convierte en quietud.
Pasa la prisa
pasa el me importa un bledo
Pasa el implicado presunto
Pasa la indecencia que se convirtió en los santos inocentes
Pasa la vida y hasta la muerte vestidas de gala.
No pasan los poetas
Acaso no los vates
Y, Moisés, que pintas letras y dibujas hermosuras...
Un muy fuerte abrazo
Hola Pilar. ¿como te va? Espero que magnifico.
EliminarEstuve trabajando en un nuevo poemario que ya casi tengo acabado y no entre en el blog. Por eso no he respondido antes. Me voy a otro mundo cuando escribo o tal vez, mejor dicho, estoy en el verdadero mundo mientras escribo. Y como diría Ovidio…” Los vates somos esclavos de las Musas”. Y hay que agradecer cuando besan con la idea.
Veo que te ha gustado este poema. Me alegra. Muchas gracias. Tus palabras siempre son muy bien recibidas. Y sí, como no; pasajeros del tiempo amiga, del ahora, del momento. El amor emociona y parece dolor, verdad. Es el saber, supongo. Intente describirlo en un poema… El soneto del agua. Aunque lo mire en un espejo no correspondido. Seguramente hoy, haría que la lágrima que anuda fuera por unos ojos encontrados que se aman hasta cerrarse. Cuídate mucho bonita. Un abrazo y beso.