lunes, 26 de marzo de 2012

El Caballero Luna


Subí en la oscura hora


Subí en la oscura hora, 
la que parece ninguna, 
pequeña carcelera de la inocencia ciega. 
Subí solo hacia ella,
al ardid y a la pena que corren por sus venas.
Subí sin miedo a la derrota.
Instantes separados en unos ojos nuevos,
que, juntos en la edad, son un velo en la mirada
que cree en el ser humano.
Subí solo hacia ella,
sin nadie que explicara el dolor de la idea.
Los minutos de sangre golpeaban las sombras
y requebraban en la mente un estruendo profano.
El hielo estaba ahí, colgado de la historia,
como una espada inerte del filo de la niebla.
Era la bestia impura, el violento escenario, 
la tristeza caída del futuro pasado.
Y no la veía
en aquel indefenso fragmento del momento. 
 “Te contaré, más tarde”--dijo el tiempo--,
“te contaré por que has estado preso”.
Y subí solo hacia ella.
Subí en la oscura hora...

2 comentarios:

  1. Me encanta este poema.
    Una hora de instantes minutos que el tiempo te enseña cuanto significan.
    Pero la versión de ayer aún me gustaba más.

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  2. Entiendo. Bueno, vera…
    Normalmente hago 3/4 composiciones de cada poema y luego juego con la que me gusta. El otro día, por error; subí la primera versión de este poema en tono surrealista sobre la inocencia perdida. No era mala, pero por ejemplo utilizaba dos sinónimos de un mismo significado (Ardid, Treta)… En un principio me pareció que así daba a entender con ellos riqueza y pobreza pero en el contexto general no se entendía. Así que decide cambiarlo en una versión que me pareció más correcta. En todo caso hacemos una cosa. Usted me envía un correo a frecuencialibertad@hotmail.com y yo le mando las tres versiones que tengo del mismo como un obsequio personal.
    Gracias por su comentario y mucha salud.

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